Hoy hablamos de... EL CAFÉ DE REPUBLICA DOMINICANA


CON UNA TRADICIÓN DE DOS SIGLOS, EL CAFÉ DE REPÚBLICA DOMINICANA ES UNA VARIEDAD CON GRAN CUERPO, LIGERA ACIDEZ, TONOS TIERRA Y DELICIOSO AROMA.  ESTÁ CONSIDERADO COMO UNO DE LOS MEJORES CAFÉS CARIBEÑOS.


La República Dominicana tiene seis zonas de cultivo de café: Cibao, Baní, Azua, Ocoa, Barahona y Juncalito. Aproximadamente un 90% del café dominicano procede de la variedad planta Typica o Coffea arabica, mientras el restante 10% procede de varias Arabica varietais, incluyendo Bourbon, Catuai, Caturra y Mundo Novo. El café de Barahona procede de zonas altas y está considerado como uno de los mejores del país por su exquisito aroma con alta acidez.

El café dominicano es distintivo y tiene un carácter incomparable. Es descrito como liso, brillante y aromático.

El clima único de la zona, donde llueve todo el año, sin una época concreta de lluvias, proporciona una temporada larga sazonada por los suaves vientos tropicales y las corrientes oceánicas, de manera que el fruto madura lentamente en las plantas produciendo un grano de alta calidad. las diversas zonas altas y llanas donde se cultiva florecen con distintos tempos, de manera que la cosecha se extiende a lo largo de todo el año. los mejores granos se cultivan a poco más de 1.000 metros sobre el nivel del mar, en las terrazas de las laderas montañosas.

El fruto del cafeto es conocido también como drupa.  en su interior existen dos cavidades, que contienen cada una un grano de forma oval y aplastado por una de sus caras. estos granos están recubiertos por dos capas muy finas, que se retiran antes del tostado.

El café se cosecha a mano y luego se pone a secar en amplios patios. Se trata en granjas en su mayoría pequeñas, lo que permite cultivarlo orgánicamente y bajo la sombra de los pinos, las guayabas y las macadamias.

Una vez recolectado con mimo, se procesa por los propios cultivadores en pequeños molinos llamados "beneficios húmedos".  Los granos se despulpan, se dejan fermentar naturalmente y luego se lavan y se dejan secar al sol.  Posteriormente, se trasladan a grandes molinos en seco donde el café se prepara para su comercialización en el país y para su exportación.

El café crudo se tuesta para que exhale su aroma e intensifique su color. Dependiendo del tiempo que dure ese proceso, puede ser pálido de gusto delicado y ligero; o de color oscuro acentuado, con el que se obtiene una bebida amarga y astringente a la cual hay que añadir azúcar.

Los dominicanos son grandes consumidores de café.  Les gusta hacerlo en puchero, tradicionalmente y tomarlo a lo largo de todo el día par entonar el ánimo y el cuerpo al levantarse, en la sobremesa charlando en familia, con la merienda o al terminar la jornada. Por ello la mayor parte se comercializa en la isla, y el resto se exporta, sobre todo a países con grandes colonias dominicanas.

Sugerencias
·    Aspirar con placer el aroma del café recién hecho y saborearlo despacio, bien sea un expresso, moka, capuccino o bombón, es uno de los placeres a los que los cafeteros no renunciarían nunca.
                  El café se puede presentar de mil y una formas distintas, desde el refrescante granizado al café con leche del desayuno, y se puede utilizar en cocina y pastelería.                El sabor y aroma combinan con dulce y con salado y con todos los gustos
 La forma de prepararlo también influye mucho en el resultado; en la actualidad el mercado ofrece todo tipo de cafeteras: la italiana, las de émbolo, con filtro, de cápsulas, y el tradicional puchero.
                                    Cada país, por supuesto, tiene sus preferencias. En Turquía le dejan los posos –y a veces luego los leen-; en Norteamérica lo toman ¡como no!, americano: largo de agua y corto de café; en Italia, expreso –corto y fuerte- y en España, de millones de maneras y formas diferentes. En la barra de un bar no habrá dos cafés iguales.
 Fuente:  Revista Wamos Air Enero 2016

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